Muchos son los sentimientos y emociones que pueden surgir cuando nos dicen que nuestro hijo tiene algún trastorno del desarrollo o de aprendizaje. En el caso del Trastorno de Déficit de Atención y/o Hiperactividad es común que haya una mezcla de alivio (por fin tenemos respuesta y explicación a sus conductas y dificultades) y preocupación (¿ y ahora qué?
Categoría Hiperactividad y du00e9ficit de atenciu00f3n
Aunque en la actualidad cada vez está más aceptado el diagnóstico de TDAH por la sociedad y las familias, aún siguen existen casos que se resisten a recibir este diagnóstico por diversos motivos. Pero, ¿os habéis preguntado cuáles son las consecuencias de no diagnosticar el TDAH en niños lo antes posible?
Cada vez se oye más hablar del TDAH en niños, sin embargo, sigue habiendo mucho desconocimiento sobre esta condición. Como consecuencia los niños que la sufren, pero también sus padres, se enfrentan a comentarios fuera de lugar y a la escasa empatía de mucha gente que, por ignorancia, les clasifica como niños muy distraídos, muy rebeldes o que se portan muy mal.
De hace un tiempo a esta parte se habla cada más sobre el Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad. Sin embargo, a la hora de hacer el diagnóstico con TDAH en niños, los psicólogos nos encontramos con algunos problemas. En primer lugar, existe una discusión sobre si este trastorno realmente existe o si ha sido & 39;inventado& 39; y, por otro lado, nos enfrentamos a ciertos prejuicios y circunstancias que generan muchas dudas a la hora de diagnosticarlo.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neurológicos con mayor repercusión en la infancia debido a su elevada prevalencia. Entre un 2 y un 5 de la población infantil lo sufre. Cuando a los padres nos dan un diagnóstico de TDAH en nuestros hijos sentimos dos emociones muy dispares al mismo tiempo.
El Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad afecta a diversos ámbitos de la vida del niño, como son el ámbito social, emocional, familiar y educativo. En el área educativa, este trastorno no solo afecta al comportamiento o la conducta del niño en el aula, sino al propio proceso de aprendizaje del niño.
Muchos son los sentimientos y emociones que pueden surgir cuando nos dicen que nuestro hijo tiene algún trastorno del desarrollo o de aprendizaje. En el caso del Trastorno de Déficit de Atención y/o Hiperactividad es común que haya una mezcla de alivio (por fin tenemos respuesta y explicación a sus conductas y dificultades) y preocupación (¿ y ahora qué?
Una vez un baterista muy connotado en una entrevista se le pregunto cómo descubrió su talento, entonces relató a la audiencia que era un niño con TDAH. Durante su infancia, fue diagnosticado con síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad. Sin saber cómo ayudarle ni entender qué sucedía, todos los adultos continuamente lo reprendían por sus constantes movimientos con las manos.